A veces tú ves cómo va la cosa y lo das todo por perdido. Y te equivocas, te equivocas porque no confías en el proceso. Perseverar cuando todo pinta feo es la clave. Te lo cuento mirando a la pared. O al fondo de la olla.
Mi talento más evidente es que localizo siempre un buen desayuno donde sea. Hoy nos hornea Julian un croissant, pero sobre todo Julian sonríe para la foto.