Mi propósito para el año que arranca es hacer una cosa menos, es recuperar un tiempo que estaba desperdiciando. Quiero cambiar una estrofa de cada día para que suene mejor: voy a intentar alejarme de lo que me da rabia.
Acabamos los paseos improbables del verano comiendo por La Latina, una extravagancia. Vamos a Trèsde, una casa de comidas eficaz de carta corta en la que almorzar sencillo.