Esta carta no es una carta, es una chincheta. Es para que la guardes y la leamos cuando los días se hagan cortos. Porque el verano nos desmelena la ambición, el verano da hambre de felicidad.
Tomamos café en una tienda de ropa junto a un río en Oslo. Tomamos café al sol en Dapper entre tormentas porque aquí nos sentimos un ratito como en casa.