Hoy te mando la carta desde el mejor sitio del mundo para esconder un cadáver. Y el mejor momento. Si tienes algo que ocultar, ahora es cuando tienes que contarlo: el codo de agosto.
Sólo se me ocurrió una forma de alargar la sensación de vivir en la orilla: pedir un arroz. Y nos fuimos a Valdebebas a tomarlo, otro de esos lugares que es imposible que existan.