Lo definitorio de la compasión es el deseo de aliviar el sufrimiento del otro. Por eso, como dice Paul Gilbert, la compasión es una motivación –no una emoción– que orienta la conducta humana. Esta definición es muy similar al concepto budista de bodhichita.
Uno de los modelos más utilizados en compasión es el de Kristin Neff y su grupo. Ellos han estructurado su definición de compasión en base a tres pilares:
El primero en Mindfulness o atención plena: es hacernos consciente del sufrimiento propio y de los otros, sin juicios ni críticas.
El segundo pilar, es entender que vivimos en una Humanidad compartida: es saber que el sufrimiento que experimentamos nosotros lo están experimentando miles de personas en este momento…
Tercer pilar, es la Autocompasión: implica afecto, amabilidad y comprensión hacia uno mismo cuando se experimenta sufrimiento, en lugar de autocriticarse, culparse o negar el propio dolor. Consiste en tratarnos a nosotros mismos tal y como trataríamos a un niño indefenso o a un amiga a un ser muy querido.