
¿Cómo se plasman las angustias de la época en una ópera donde la inteligencia artificial es protagonista? ¿Y cómo la informática se encuentra a gusto en una partitura? Son algunas de las preguntas que surgen al explorar el universo de Javier Muñoz. El compositor chileno compuso una ópera inmersiva interactiva con un avatar concebido con inteligencia artificial en un mundo en donde la IA gobierna la humanidad. ¿Distopía o crónica contemporánea?
Javier Muñoz Bravo estudió composición en el Conservatorio de la Universidad de Chile en Santiago, en Estrasburgo, París y en Ginebra. Sus obras, una mezcla de música instrumental con música electrónica, han sido presentadas en diversos festivales de prestigio y su trabajo recompensado con altas distinciones en ambos lados del Atlántico.
Nacido en la Patagonia chilena, Muñoz Bravo mantiene una relación particular con la naturaleza, le sirve como "fuente de inspiración" que mira con ojos casi científicos. En búsqueda constante de su "propio lenguaje", puede pasar de un universo poético, como con su última composición para Radio France (la radio pública francesa), 'Borde de ataque', en la que pone en escena con saxofón y acordeón el vuelo de los insectos, a un terreno más angustiante.
Con la ópera inmersiva e interactiva, 'Una temporada en el metaverso', el compositor cuestiona el papel del artista en un mundo de donde la Inteligencia Artificial gobierna la humanidad. Además, establece un diálogo entre dos personajes, uno de ellos es un avatar concebido con IA. Para Muñoz Bravo se trata a la vez "de una distopía y de un cuento contemporáneo".
La pieza sigue a un poeta mientras trata de convencer a la máquina de entrar al metaverso, un espacio prohibido a los artistas y a los poetas. Inspirada en parte por la experiencia de la pandemia, esta obra encierra a la audiencia en un mundo en donde los humanos han perdido todo contacto físico y existen solamente a través de las pantallas.
Esta obra, que se experimenta en vivo, también surge de las lecturas del compositor: "Leí una novela de anticipación de un escritor irlandés de 1929 en la que ya hablaba de un mundo futurista donde todos los humanos vivían bien. Pero en una misma habitación del mismo tamaño y todos se comunicaban a través de una pantalla".
¿Se puede vivir sin arte?
A partir de esta reflexión, el compositor se pregunta "hasta qué punto los artistas pueden seguir participando en este mundo". Precisamente, en 'Una temporada en el metaverso' los únicos que no pueden entrar son los artistas, ya que "en esa realidad, la humanidad ya no necesita del arte, tiene lo necesario para subsistir, para vivir en armonía porque la Inteligencia Artificial ya les provee lo necesario. Inclusive la humanidad ya no necesita trabajar de la misma forma. Entonces, los artistas pueden provocar un caos en el sistema. Entonces es más fácil mantenerlos fuera".
Lo curioso de esta propuesta es que la voz está fabricada con IA y al mismo tiempo es una crítica de esta tecnología."Existe efectivamente una dicotomía. De hecho, es una ópera bastante particular porque no hay otros músicos tocando la escena. Hay solo dos personajes. Entonces tiene algo también de futurista en sí la ópera. Todo es un trabajo electrónico, pero en tiempo real".
"Pero realmente quiero insitir en que nos preguntemos qué sucede si dejamos absolutamente todo el control de la humanidad a la Inteligencia Artificial. No es porque esté en contra la IA, al contrario."
Para Muñoz Bravo, la IA es una herramienta más. Ya "la tecnología es muy importante en el trabajo de los artistas".
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Un programa coordinado por Ana María Ospina, realizada por Souheil Khedir y Alice Mesnard.