Pablo ha venido tratando el tema de los apóstatas de la fe. En este capítulo él los ha puesto en evidencia al mencionarlos como hipócritas y mentirosos. Al parecer fue el movimiento gnóstico quien se infiltró en la iglesia, y al arrastrar a algunos hermanos a esa filosofía, lograron trastornar su fe hasta el punto de negarla, incurriendo en sus desviaciones, tales como prohibir casarse y la abstención de ciertos alimentos, siendo este el tema del que Pablo hace su defensa.