De los diez grandes consejos dados por Pablo a Timoteo, este último pareciera ser el más grande e importante de todos. Como ya se sabe, Pablo va a hablar de su pronta muerte cuando se refiere a “el tiempo de mi partida está muy cercano” (2 Timoteo 4:6). Ante esa realidad, y como lo hizo su Maestro después de la resurrección con su Gran Comisión, Pablo exhorta a Timoteo a predicar la Palabra de Dios.