Al principio Pablo hizo referencia a la iglesia a los corintios como enriquecida en todo, incluyendo la abundancia de sus dones espirituales (1 Corintios 1:5), y este pasaje es prueba de ello. Pero como ya lo hemos venido tratando, el mal uso de algunos dones había llevado a la iglesia a un desorden, tanto así que Pablo les declara que donde está Dios presente no debe haber confusión.