La alimentación no solo se refiere a la comida que ingerimos, la alimentación va mucho más allá. Se rodea de un contexto social, cultural, físico y emocional. Este último tiene una fuerte relación en las decisiones que tomamos al comer.
Si reflexionamos, el cambio en nuestro estado de ánimo puede influir en la comida que se nos antoja, lo que nos hace sentir bien y nos da placer. Y la comida es una fuente infinita de un estado de bienestar.