Meditación en esto:
poder de la resurrección de Cristo. Su
resurrección nos trajo la esperanza de vida eterna, liberando de las cadenas de la muerte y el pecado, pero al mismo tiempo nos otorga una nueva identidad. Su resurrección es el testimonio viviente del poder divino sobre la muerte y el pecado, demostrando que ninguna fuerza en este mundo podrá detener el plan redentor de Dios.