¿Es necesario tener que perderlo, para apreciarlo? No siempre. Muchas veces, simplemente no se tiene, y es hasta cuando se consigue, que se aprecia.
Si lo tuviste, lo perdiste, y lo volviste a tener; ya no lo tienes, porque ahora es otra cosa. Antes era “eso”, ahora es “eso, pero distinto”. Cambia la forma en que lo percibes y la intensidad con que lo aprecias.
Si no lo tuviste y lo conseguiste; piérdelo, y lo tendrás para siempre. Quedará guardado en tu memoria.
¿Es necesario perderlo para apreciarlo? Sólo si quieres tenerlo. Porque cuando dejes de agradecer por eso, también dejarás de tenerlo, y sólo querrás usarlo.
Cuando no lo tienes, lo quieres. Cuando lo tienes, no lo aprecias. Es difícil tenerlo y apreciarlo. Quizá incluso más difícil que no tenerlo, y extrañarlo.