No evitamos conversaciones por falta de tiempo o técnicas.
Las evitamos porque no estamos listos emocionalmente para el costo que implican.
Miedo al rechazo.
Miedo a dañar relaciones.
Miedo a decir lo incorrecto.
Pero aquí está la verdad incómoda:
Ignorar un problema no lo elimina. Solo le das permiso para crecer en silencio.
Un líder que evita tenerlas piensa lo siguiente:
"No quiero problemas."
"Ya se dará cuenta solo."
Un líder asertivo actúa:
"Estoy aquí para abordar lo que otros evitan."
"Prefiero un momento incómodo que un equipo perdido."
Pregúntate hoy:
¿Desde dónde estoy actuando: miedo o propósito?
¿Qué me está costando este silencio?
¿Qué podría mejorar si me atreviera a decir lo que importa?
El liderazgo no se posterga.
Se demuestra en el coraje de cada conversación que no evitas.
Porque liderar es hablar, cuando más incómodo se siente.
Escucha este episodio de podcast para estar mejor preparado en las conversaciones difíciles que enfrentas.
www.brigitteseumenicht.com