"Somos lo que pensamos y lo que sentimos".
"El dolor ajeno no debe de ser invisible a los ojos de nadie."
Solemos darle más importancia a lo que recibimos que a lo que damos, pensamos que obtendremos mayores beneficios en recibir que en dar, pero es justamente lo contrario, lo que damos, lo que definirá la nobleza de nuestra esencia.
Actuar desde el corazón, no es una actitud que prevalece en la mayoría, describe a personas sensibles, a quienes no les importa tanto qué tan llenos de problemas o cargados de cicatrices se encuentren si a través de sus actos pueden hacer el mundo de quienes le rodean un poco más ameno, más dulce, más grato.
El dar nos beneficia y beneficia a nuestro entorno, si nos planteáramos como meta ayudar al menos a una persona a la semana, veríamos qué diferente se tornaría nuestra vida. Saldríamos de la burbuja que nos colocamos para ver solo lo que nos interesa y comprenderíamos otras ópticas de la vida a través de otros ojos.
Agradecer es vital, hacer del agradecimiento un hábito nos brindará la posibilidad de hacernos conscientes de lo que tenemos, porque a fin de cuentas es más difícil dar aquello que ni siquiera sabemos que poseemos.
Darle mayor importancia a las personas que a las cosas, todo lo material es intrascendente, serán justamente las personas las que alimenten nuestro espíritu y junto a ellas evolucionar y crecer como personas. Las cosas no te definen, más allá de tus logros, de tus bienes, de tus roles, eres tú quien está viviendo esta experiencia maravillosa llamada vida, así que no te confundas y haz que prevalezca lo realmente importante.
https://rincondeltibet.com/blog/p-no-es-lo-que-entra-sino-lo-que-sale-de-tu-corazon-lo-que-determina-tu-grandeza-17554