El amor en acción
Hace unos años leí el libro La Revolución del Amor de Joyce Meyer. Este libro me hizo llorar tanto desde el principio hasta el final y dejó muchas enseñanzas en mi vida. Una de ellas, que intento practicar en mi diario vivir, es mostrar amor a través de pequeños actos como: dar mi tiempo y mi dinero a otros con necesidad, ser paciente, ayudar, escuchar, servir, tomar en cuenta a alguien o decir algo agradable que alegre su día, orar e interceder por ellos.
Amar es más importante que ser amado, y cuando decides amar a otros, el amor de Jesús crece en ti y puedes experimentarlo llenándote de su plenitud.
El egoísmo es una gran epidemia en los tiempos que vivimos, pero cuando nos alejamos de esa fuerza que nos lleva a centrarnos en nosotros mismos, podemos ver la necesidad de otros, y las nuestras serán suplidas a medida que descansamos en Dios. Como Jesús dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). Tenemos que vencer el egoísmo que nos hace orgullosos y arrogantes, que nos desconecta de otros y del plan de Dios. ¡Hay muchos que están esperando por algo que tú tienes! Tienes mucho que dar, no te limites.
Quiero compartirte el lema de este libro:
Me dedico a la compasión y rindo mis excusas. Me opongo a la injusticia y me comprometo a practicar sencillos actos del amor de Dios. Me niego a no hacer nada. Esa es mi resolución. Yo soy la Revolución del Amor.
Te invito a ser parte de la revolución del amor de Dios y que podamos ser transformados mientras Él nos cambia, mientras amamos a otros, mientras somos parte de la justicia de Dios en la tierra.
Oremos con el Salmo 82: