La esencia de la vida no se trata de atesorar bienes terrenales.
Dios nos entregó a cada uno cuando nos creó, una misión.
Esa misión tiene dos componentes: la construcción de si mismo y el desarrollo del propósito de nuestra vida.
¡El tiempo se está agotando!
Te pregunto:
¿Estás hoy día desarrollando y construyendo la misión que te entregaron cuando te crearon, según tu diseño original?