Jesús no fue a la cruz por obligación, fue por amor. La pasión, la tumba vacía y la resurrección cobran sentido cuando entendemos esto: todo empezó con un amor que no se rindió y que lo sacrificó todo por ti. 𝐴𝑢́𝑛 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑝𝑒𝑐𝑎𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑦 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑖𝑛𝑐𝑎𝑝𝑎𝑐𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑣𝑎𝑟𝑛𝑜𝑠, 𝐶𝑟𝑖𝑠𝑡𝑜 𝑚𝑢𝑟𝑖𝑜́ 𝑝𝑜𝑟 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠.