Cuando vemos nuestra vida y sus rutinas y los mismos eventos una y otra vez, muchas veces deseamos que Dios haga algo espectacular en nuestra vida que nos deje asombrados. Cuando Jesús resucitó, los discípulos estaba listos para un gran espectáculo, pero Jesús no está llamando una audiencia, él está llamando colaboradores. Y por eso, en lugar de un espectáculo, Jesus te da un propósito. Y no, no es un misterio. En este episodio te voy a decir cuál es ese propósito!