Muchas personas piensan que Jesús contradijo el Antiguo Testamento, pero Él solo estaba confrontando la enseñanza de los líderes religiosos. Decía a sus discípulos: “Todo lo que yo les enseño está en la Palabra de Dios, pero lo que yo les enseño está en conflicto directo con lo que sus líderes religiosos les han estado enseñando”. Jesús explicó la diferencia entre la letra de la ley y el espíritu de la ley. Enseñó que la Ley debía ser algo interno, y no meramente externo.