Cuando nuestras acciones se amoldan a las necesidades generadas por el sistema, nos convertimos en esclavos y no en familias que accionan estrategias globales. Cuando el deseo de levantar cosechas globales se apaga, nos conformamos a las menudencias en comparación con lo que Dios tiene preparado para nosotros.
La determinación y la obediencia es el canal para poner en acción estrategias globales, cuando no se cuestiona el plan de Dios, sabrás que vas en la dirección correcta para grandes victorias.