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Después de haber capturado el Molino del Rey, Winfield Scott se decide por atacar a las fortificaciones mexicanas emplazadas en el Castillo de Chapultepec. Santa Anna, al conferenciar con Nicolás Bravo - el comandante de las defensas del Castillo - aseguraba que los gringos nunca atacarían el bastión mexicano; "sería como si nosotros atacáramos su Casa Blanca," denunciaba el general. Pero era justamente lo que decidía hacer el comandante de las fuerzas invasoras.
El ejército norteamericano estaba a una batalla de poder terminar con la guerra y de salir vencedor. Podrán los defensores mexicanos acabar finalmente con los odiados gringos?