
Fuego Sobre El Fuerte Texas y La Llama Que Encendió Palo Alto, 1a. Parte.
The Mexican War/La Guerra de Intervención
Send us a text
Un fuerte bajo fuego, noches sin sueño y la pregunta que nadie quiere hacer en voz alta: ¿aguantar sirve si no puedes salir? Abrimos la puerta del Fuerte Texas y seguimos cada paso hasta el estanque de Palo Alto, donde Taylor y Arista miden nervios, terreno y tiempo con la precisión de un filo. Nada aquí es decorado: la muerte del sargento Weyguard sacude la moral, una enfermera llamada Sarah Borginis roza la tragedia, y el mortero enemigo falla más por posición que por falta de intención.
Caminamos con la columna que parte de Point Isabel entre mulas, bueyes y carros, entendiendo por qué la logística manda la guerra antes del primer disparo. Los ingenieros Blake y Tickman leen la marisma, el chaparral y la curva del camino como un libro abierto: flancos firmes para Arista, visibilidad negada y una planicie que convierte al tren de suministros en talón expuesto. Taylor compensa con regimientos ligeros, artillería voladora y una máxima clara: la bayoneta define cuando el cañón no alcanza. El despliegue no es casual; es un rompecabezas donde cada pieza decide si el avance será audacia o error.
Cuando la artillería mexicana rompe el aire a 700 yardas, la distancia entre coraje y cálculo se vuelve delgada. Los obuses caen cortos, pero el ruido perfora los nervios de una tropa curtida por meses de espera desde la escaramuza de Thornton. Entre cita y contexto, traemos la lectura de John S. D. Eisenhower para iluminar decisiones, dudas y aciertos que muchas veces se olvidan en la polémica de frontera. Si te interesa la historia militar, la psicología del asedio, o cómo la geografía escribe órdenes de batalla, este relato te llevará del rumor al choque con claridad y tensión medida.
Súmate a la conversación: suscríbete, comparte con alguien que ame la historia bien contada y déjanos tu reseña con la respuesta a una sola pregunta: ¿quién llevaba realmente la ventaja en Palo Alto?