Hebreos 12:25-29 advierte a los lectores que no rechacen la voz de Dios, enfatizando que si aquellos que ignoraron Su advertencia en la tierra fueron juzgados, con mayor razón lo serán quienes rechacen Su mensaje desde el cielo. El pasaje recuerda cómo la voz de Dios sacudió la tierra en el monte Sinaí y señala un tiempo futuro en el que Él sacudirá tanto el cielo como la tierra, eliminando todo lo temporal para que solo permanezca Su reino inconmovible. La sección concluye exhortando a los creyentes a adorar a Dios con reverencia y temor, porque Él es un fuego consumidor.