Hoy terminamos nuestro estudio del libro de Tito con el capítulo 3.
En este capítulo, el apóstol Pablo exhorta a los creyentes a obedecer a las autoridades, ser pacíficos, amables y mostrar humildad con todos. Recuerda que antes de conocer a Dios, todos vivíamos en pecado, pero fuimos salvados no por nuestras obras, sino por Su misericordia, por medio del Espíritu Santo. Pablo anima a los creyentes a mantenerse firmes en las buenas obras y a evitar discusiones inútiles y divisiones. El capítulo concluye con instrucciones prácticas y saludos personales.