Ep. 278 - No Dejes Que El Cinismo Decida
27 May 2025

Ep. 278 - No Dejes Que El Cinismo Decida

Supera lo que Te Detiene en 5 Minutos Productivos

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¿Te ha pasado que dudas o hasta rechazas algo bueno solo porque rompe tu rutina? Este episodio te invita a reflexionar sobre cómo la actitud cínica puede sabotear lo que has estado esperando. Aprende a reconocer esos pensamientos que te frenan y cámbialos por una mentalidad de gratitud y flexibilidad.

Compártelo con alguien que necesite soltar el control y avanzar, porque en 5 Minutos Productivos Supera lo que Te Detiene.

Ep.267- El Peligroso Diálogo Perdonador

Ep.253- Aprueba, Desaprueba o CorrigeHola, el que quiera ser feliz aprenda a ser flexible. Ese fue el tema del episodio anterior, y en estas últimas dos semanas he tenido que aplicarlo en carne propia. Hace poco menos de un año y medio falleció una perrita que me acompañó durante 16 años. Desde entonces, quería tener otro perro, pero no sabía qué tipo me convenía para el estilo de vida que he ido desarrollando. No sabía si quería uno grande o chico, de raza o mestizo, macho o hembra. Solo tenía claro que quería que fuera de color claro, pelo corto si era macho, pelo largo si era hembra.


Todos los perros que había tenido antes llegaron a mí: los recogí de la calle o me los encontré. Incluso cuidé dos caniches que al final también se quedaron conmigo. Pero esta vez no quería salir a buscar, ni comprar, ni adoptar activamente. Decidí ponerlo en manos de Dios y esperar. Tuve perros de forma continua desde 2007 hasta 2024, y aunque ahora tengo un gato, extrañaba esa compañía. Sin embargo, no sabía si debía tener un cachorro, un adulto o un perro mayor. Nunca había tenido un cachorro.


Después de casi un año y medio, a mi hermana le llegó un mensaje de alguien que regalaba un perro. Ella no lo quiso, pero me preguntó si yo lo quería. Me emocioné y pensé que Dios había respondido mi oración. Cuando vi la foto, me sorprendí: no era del color que esperaba, era atigrado, negro con rayitas cafés, macho, y tenía una cara distinta, sin el hocico típico. Era una cruza de French bulldog con pug, lo que llaman “fruit” o “frenchie pug”.


Mi primera reacción fue cínica: “ya tengo mi rutina con el gato”, “es cachorro”, “nunca he tenido uno”, “va a morder los cables”… Pero me detuve y reflexioné. ¿Cuántas veces no reaccionamos así ante algo nuevo? Decidí decir que sí. Cuando fui a recogerlo, me dijeron que no era uno, sino dos cachorros, hermanos. El señor quería que se fueran juntos, pero sin presionar. Pensé: “esto es una bendición, estos perros valen mucho y me los están regalando”. Así que me llevé a los dos: Oliver y Charlie.


Llevo dos semanas con ellos. Es un reto. Requiere tiempo, paciencia, perseverancia y, sobre todo, flexibilidad. Educar un cachorro es una inversión a futuro: quiero que sean perros que puedan viajar, convivir con personas, que se comporten bien. No me gusta dejarlos solos en el patio, quiero que se adapten a mi estilo de vida. Todo esto requiere una actitud positiva, un diálogo interior sano, y rechazar ese cinismo que a veces nos invade.


Cuando uno entra en una nueva etapa, como tener cachorros, un nuevo trabajo o una relación con dificultades, la actitud lo es todo. Una mala actitud solo trae impaciencia. Una buena actitud nos obliga a buscar razones para agradecer, incluso en medio del caos. Es un método: evitar pensamientos y palabras negativas, y enfocarse en lo positivo, incluso si solo puedes agradecer porque estás aprendiendo algo nuevo.


Hoy, mientras grabo este episodio, Oliver y Charlie duermen bajo mi escritorio. Me doy cuenta de que prefiero esta flexibilidad, esta paciencia y este estiramiento de carácter, a tener una rutina perfecta que nadie me toque. Todos tenemos la capacidad de encontrar lo bueno en cada situación. A veces, situaciones difíciles son oportunidades para desarrollar resiliencia y gratitud.


Gracias por acompañarme. ¡Nos vemos la próxima!