Lo nuevo es y siempre será Cristo, Jesús es el vino nuevo que renueva nuestra vida, es quien nos transforma y quien usando nuestras circunstancias, procesos, dificultades, decisiones y acciones nos lleva día a día a ser como El.
Nosotros somos los odres, somos como esa piel de algún animal que es cocida, pegada, preparada para guardar o contener el vino. El odre nuevo tiene una característica fundamental y es que es flexible y esta flexibilidad le permite crecer y modificar su forma.
Con el paso del tiempo el vino nuevo dentro del odre nuevo se fermenta, esta fermentación libera energía llevando al odre al extremo donde se endurece, y pierde su característica de flexibilidad , termina rajándose y quebrandose, de la misma manera que la vida y las circunstancias lo hacen con nosotros, recuerde somos odres, que vamos perdiendo con el tiempo esa flexibilidad y nos vamos endureciendo.