La ayuda humanitaria a Haití en el último año ha sido de unos 165 millones de dólares fundamentalmente en asistencia alimentaria de Estados Unidos, Canadá y Europa.
En el mismo período estos países han aportado más de 75 mil millones de dólares para mantener la guerra de Ucrania que ya está costando más de 350 mil millones entre el gasto militar ruso y la asistencia militar que recibe Ucrania y que en algún momento deberá pagar.
Hoy cuando el presidente electo Donald Trump presiona para el cese de la guerra europea pareciera que Ucrania deberá ceder ante las ambiciones territoriales de Putin después de un mar de vidas perdidas. Trump es un presidente electo por cuatro años y Zelenski un presidente saliente.
Aunque el presidente dominicano ha dicho de manera reiterada que Haití no es un problema dominicano, la cruda realidad es que compartimos una isla y que la supervivencia humana actúa en automático.
70 mil deportados en dos meses y el rancho ardiendo. No hay día que los medios no traigan una detención de alguien que intenta entrar haitianos al país de manera irregular. Eso es ahora un gran negocio.
El guardia que estaban cobrando por el trasiego de tres es uno más de los cientos o miles de uniformados que aumentan sus ingresos con el tráfico de haitianos que vienen, son deportados y vuelven a entrar. Es un ciclo interminable.
República Dominicana tiene que crear una política hacia Haití sin Haití porque allá no hay gobierno.
La crisis haitiana está concentrada alrededor de la capital, Puerto Príncipe, controlada por las bandas. No así en el norte donde la vida sigue su normalidad. El aeropuerto de Cabo Haitiano funciona igual que su vida económica. El gran tráfico de mercancías dominicanas hacia las zonas francas haitianas sigue igual y en diciembre el pago de regalías hará el mismo efecto allá que aquí.
La política dominicana debe ser la de tratar de que los haitianos se queden en Haití trabajando y que a RD vengan los haitianos que se requieran para el trabajo duro que los locales no quieren hacer.
Eso implica salvar los únicos trabajos que quedan del otro lado de la frontera que son codevi y caracol.
República Dominicana debe ser el abanderado fundamental para que se renueve el acuerdo Hope help que el año pasado llevó más de 300 millones de dólares en exportaciones a Haití. Tiene dos razones por un lado son haitianos que se quedan en casa, por el otro la materia prima de esas exportaciones sale de RD y genera trabajo y riqueza aquí.
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