
Alfabetizando a los senadores dominicanos en el siglo 21
Sin Maquillaje, Altagracia Salazar
Un periódico saca a la luz que algunos de los proyectos de leyes presentados en el congreso en los últimos días han sido productos de Chat GPT y o cualquier otro modelo de Inteligencia Artificial. De hecho el medio bromea y sugiere a los legisladores guardar las formas cambiando algunas palabras para que sus proyectos no sean totalmente producto de la IA.
Quienes ejercemos de docentes y o correctores tenemos ahora la tarea de determinar cuánto de lo que presentan estudiantes es propio y cuanto es inteligencia artificial. Por ciento que hay una diversidad de herramientas para ello. De hecho en la evaluación de un premio de periodismo yo sugería determinar en las bases cuánto de inteligencia artificial es permitido en términos porcentuales.
La aprobación ayer del código penal con más de 140 modificaciones al texto aprobado en primera lectura parecería que significó una revolución pero no lo fue.
No se rían pero la mayoría de las modificaciones que fueron sugeridas por la Procuraduría General de la República fueron correcciones de puntuación y simple gramática.
Como lo oyen, correcciones de puntos y comas que podían cambiar el espíritu de la ley.
La coma es famosa porque facilitó una pena de muerte en Irlanda y modifico una ley ahora famosa por Donald Trump pero olvidada mucho tiempo en los iunaites la ley de aranceles.
No hay que decir que decir que el código excluyó la tres causales permitirían despenalizar el aborto cuando la vida de la madre esté en peligro, cuando el feto sea inviable con la vida o si el embarazo fue producto de violación o incesto.
Eso no es noticia ni es preocupación para quienes tienen el poder y en RD los legisladores son el ejemplo por excelencia de arribismo político y económico.
El asunto pasa ahora a la Cámara de Diputados donde ojalá que no haya que llevar un alfabetizador que garantice una aprobación en el que una coma no cueste una vida.