Angélica Cervera pensó en la historia de "Si Dios fuera mujer" como un libro. Horas de investigación y escritura parecían tomar cuerpo, pero gracias a un encuentro casual en un festival de cine, el relato se hizo insuficiente, necesitaba un espejo para contar la vida de Laura.
En este episodio habla de la duda sobre la historia y el objetivo de llevarla al cine.