En 2024, el régimen de Daniel Ortega cerró sus embajadas en Alemania, Corea del Sur, y consulados en Guatemala, Estados Unidos y México, entre otros países. En cambio, abrió embajadas en Burkina Faso, Egipto, Etiopía, Zimbabue y Togo.
Detrás de estas acciones, que a simple vista parecen un intento de acercarse a países con afinidad histórica e ideológica al Frente Sandinista, hay un plan.
Se trata de trazar una ruta que permita la llegada de miles de migrantes a Nicaragua, que sirve como plataforma a los Estados Unidos, su verdadero destino.
Más información en: https://www.expedienteabierto.org/