Acerca de cómo distintos relatos y pensamientos que vienen de la filosofía, la literatura, la historia, el arte, la ciencia y la teología, nos permiten afinar nuestra orientación en el mundo.
Sentencia ésta de la Eneida de Virgilio que Freud puso como epígrafe de La interpretación de los sueños. Si bien esta obra había sido ya publicada en 1899, el astuto editor cambió la fecha de publicación, poniendo 1900, el año del inicio del nuevo siglo. ¡Y que premonitoria fue la sentencia aquella!...
Interesante y provocativo planteamiento éste de Eugen Fink de concebir al ser humano desde él mismo, y no como que tuviera su origen y dependiera de un supuesto Dios. Es desde nuestra propia problemática existencial y cotidiana que somos nosotros los llamados a entendernos a nosotros mismos.
Por este escrito de Fichte es expulsado de la Universidad de Jena, por orden del propio Príncipe Elector del Reino de Sajonia, al que pertenece la mencionada universidad. Fichte había sido acusado de que promoviera el ateísmo en la universidad. Tuvo la posibilidad de retractarse, y este escrito fue su respuesta.
La filosofía occidental comienza con el tránsito del mito a la razón, y pronto le corresponde asumir la tarea de enfrentar saberes infinitos del mito y de la religión. En la modernidad, a partir de Descartes, la propia razón experimentará un empuje colosal, y es a ella a la que corresponde ponerle ahora límites.
En 1486 Della Mirandola publica De la dignidad del hombre, donde expone su concepción del ser humano como camaleón, remitiendo ello al Génesis, obra en la cual, según su interpretación, Dios habría decidido crear un ente indeterminado, el ser humano, que lleva diversidad de semillas, para ser lo que él quiera.
La filosofía, de acuerdo con Eugen Fink (y, dicho sea de paso) antes que ello, de acuerdo con Karl Jaspers, está en cada cual, y el asunto es despertarla, por de pronto con el asombro y preguntas que le siguen en torno al ser, por qué estamos aquí, y demás. Otra cosa, es la filosofía en sentido estricto.
La familia de Kant (de religión pietista) pertenecía al grupo étnico de los Kurisch, de origen lituano. Hijo de un talabartero y de una madre, que por su afición a las letras, le permitió ingresar al Colegio Fridericianum, y luego, una vez que ella falleció, a la Universidad Albertina de Königsberg.
Lúcidamente Fink plantea estos dos modos de trabajo: el fitúrgico que es el del agricultor (en todo caso, tradicional y de épocas pasadas), que ayuda a la planta a crecer y la crianza del animal, y el demiúrgico (que es eminentemente metalúrgico) y que tiene una relación violenta con el material de su trabajo.
Historia increíble ésta que afectó severamente a la monarquía francesa, y que, se estima, que un detonador de la Revolución Francesa. Se trata de como dos embaucadores logran engañar a la Reina María Antonieta y a su pretendiente el cardenal de Rouan con el regalo de un collar de diamantes falsos.
Ante todo, cada cual simplemente es, y ese ser lo compartimos con la roca, la planta y el animal; es más incluso, lo compartimos con las cosas, como la mesa o el alfiler, como por cierto también con las estrellas. Todo ello justamente es. Pero sucede que nos olvidamos de ello. He ahí nuestra alienación ontológica.