11 agosto el vidrio molido.mp3
12 August 2023

11 agosto el vidrio molido.mp3

REFLEXIONES DIARIAS AA
About

“El inventario moral es un análisis objetivo de los daños que sufrimos durante la vida y un esfuerzo sincero para considerarlos

desde una perspectiva honesta. Esto tiene el resultado de sacar de nuestro interior el vidrio molido, aquella sustancia emocional

que todavía nos corta y nos cohíbe”.

COMO LO VE BILL, p. 140.

Mi lista del Octavo Paso me arrastraba a un torbellino de resentimientos. Después de cuatro años de sobriedad estaba bloqueado por

la negación conectada con una relación abusiva. La disputa entre el temor y el orgullo se ablandaba según las palabras del Paso pasaban

de la cabeza al corazón. Por primera vez en muchos años abrí mi caja de pinturas y derramé una rabia honesta, una explosión de rojos,

negros y amarillos. Lágrimas de alegría y de alivio rodaron por mis mejillas cuando contemplé el dibujo. En mi enfermedad yo había

renunciado a mi arte, un castigo autoinflingido mucho mayor que cualquier otro venido de afuera. En mirecuperación me di cuenta de que

el dolor de mis defectos es la misma substancia que usa Dios para limpiar mi carácter y hacerme libre.

Del libro Reflexiones diarias.

Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

La persona compartió su experiencia con el Octavo Paso de AA, donde hizo un inventario de los daños y resentimientos que había acumulado,

especialmente en una relación abusiva. Al principio tenía miedo y orgullo de enfrentar esto, pero finalmente pudo ser honesto consigo

mismo. Como parte de este proceso, volvió a conectar con su pasión por el arte y pudo pintar para expresar su ira y dolor.

Esto le trajo un gran alivio y libertad, ayudándole a sanar.

Durante años llevé mucho resentimiento dentro de mí por una relación donde fui maltratado. Me daba miedo y vergüenza reconocer

el daño que me habían hecho. Pero en mi Octavo Paso finalmente pude ser honesto conmigo mismo y admitir lo que había soportado.

Fue muy doloroso revivir esos recuerdos, pero también liberador. Decidí expresar toda esa rabia y tristeza en un cuadro, usando

pinturas muy intensas. Mientras pintaba, pude soltar todas esas emociones y llorar. Me sentí liviano por primera vez en mucho tiempo,

como si me hubiera quitado un gran peso de encima. Ese proceso me sanó y me hizo reconectar con mi amor por el arte.

Aunque fue difícil, valió la pena ser honesto conmigo mismo y soltar el resentimiento que cargué tanto tiempo. Me siento más libre

y en paz.