Es evidente que una vida en la que hay resentimientos profundos sólo conduce a la futileza y a la infelicidad… Pero con el alcohólico, cuya esperanza es el mantenimiento y el desarrollo de una experiencia espiritual, este asunto de los resentimientos es infinitamente grave.
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 66
Conoce a Dios;
Conoce la paz.
No hay Dios;
No hay paz.