Creer en las personas
Puede suceder que perdamos el interés en las personas e incluso nos volvamos ciegos a sus fortalezas cuando descubrimos sus limitaciones. Durante su pasión, Jesús descubrió las limitaciones de Pedro. Sin embargo, no lo desestimó. Siguió creyendo en él, y con el tiempo, Pedro se redimió.
Al igual que Pedro, somos seres humanos débiles, inconstantes en nuestras creencias. Necesitamos a alguien que entienda nuestras debilidades, que se dé cuenta de que puede llevarnos tiempo superarlas y que no nos descalifiqueporque no rendimos frutos de inmediato.