Señales en el sendero de la paz
Alegrarse de la vida, porque te brinda la oportunidad de amar, trabajar, jugar y mirar las estrellas. Despreciar nada en el mundo, excepto lo que es falso y mezquino.
Temer nada excepto lo que es cobarde. Dejarse guiar por lo que admiras y amas, en lugar de por lo que odias. No envidiar nada que sea de tu vecino, excepto su bondad de corazón y su dulzura de manera. Pensar raramente en tus enemigos, a menudo en tus amigos y cada día en Cristo. Y pasar tanto tiempo como puedas, con cuerpo y con espíritu, en los espacios al aire libre de Dios.
Estas son pequeñas señales en el sendero de la paz.
Henry van Dyke