
1) Genealogía: Hoy tomamos la segunda parte de este tiempo de Adviento. Es la etapa de la novena. Son nueve días antes de la Navidad. Paor eso volvemos al primer anuncio, para recordar de dónde venimos y cómo surgió todo. Porque para saber a dónde vamos es necesario saber de dónde venimos y conocer nuestra historia. Jesús no fundó el cristianismo, pero vemos cómo se funda en el tiempo el “ser de Cristo”. Por eso, empezamos a ver los personajes como los pastores o los ángeles o los animales, que son los primeros testigos. No tenemos sus nombres, pero sí lo que eran en la sociedad y para la sociedad. Porque durante siglos mucha gente buscó que sus nombres estén escritos y ser recordados, pero el tiempo no da lugar a ninguno, hasta ahora solo a Cristo. Por tanto, deja de buscar aparecer en todo y mostrarte en todos los tiempos, porque hoy te recuerda que Cristo vino a los sencillos.
2) Madre de: Es curioso ver que las mujeres que aparecen en la genealogía eran personas complicadas y conflictivas, pues tenían un prontuario pecador interesante. Porque esto nos recuerda que Dios eligió a quien quiere y no por currículum. Mucho menos se puso a buscar por Google o LinkedIn, pero sí nos hace ver que todos tenemos una oportunidad de cambio y que para Dios siempre las personas pueden tener una oportunidad. Más allá del error o del pecado que hayas cometido, hoy Jesús te vuelve a decir que tenés que volver. Hace un tiempo me tocó atender a una señora quien, con mucha vergüenza, me dijo que había abortado y que no era digna de nada. Recuerdo que le dije: “Dios perdona todo corazón arrepentido” y ahí aparecieron sus lágrimas, Eran lágrimas de curar heridas. Me decía que se sentía indigna. Le dije que vaya y mire por un rato la cruz y que Dios se encargaría. Recuerdo que al salir de allí la ví con calma y con paz, entonces me dije “Dios ya actuó”. Por eso amiga o amigo, nunca olvides que Dios se vale de los pecadores que tenemos sinceridad de corazón y buscamos ser sencillos. Aquí también me meto yo ,porque por por muchos años me costó sacarme la culpa de mis pecados cometidos, que me daban muchas vueltas en la cabeza, hasta que aprendí a abandonarme y soltar.
3) Total: Al final aparecen los personajes que nos guiarán en estos días: María y José. Porque aquí vemos una presencia viva de Dios y recordamos que para Dios nada es imposible y que todo puede hacerse de nuevo. Confía en Dios y ponte en sus manos, porque cuando uno aprende a abandonarse puede lograr lo que nunca se esperaba. Algo bueno está por venir.