1) Llegada la hora: En esta etapa de tu vida recordá que todo tiene su tiempo y su momento, porque en esta vida estamos invitados a vivir etapas y situaciones, pero también hay que saber en qué momento tenemos que finiquitar esas etapas y esas situaciones. La propuesta que Dios te hace es que sepas vivir el tiempo y los momentos, porque para cada cosa hay un momento en tu vida. No podés ir quemando etapas y mucho menos vivir de añoranzas.
2) El burro: Siempre me gusta esa imagen de ver el burro agrandándose, pensando que la gente le da honores y respeto cuando no es a él, sino en el fondo es al mismo Dios. Hay veces que nos agrandamos demasiado y creemos que la gente no puede sin nosotros, o que si no estamos nada saldría bien, pero la realidad es que el mundo seguirá girando luego de tu muerte, por lo que no dejes que la soberbia te encuentre.
3) El pueblo: Si uno hace las cosas por el pueblo puede terminar siendo un títere, porque la gente hoy te alaba, pero mañana te liquida. La misma gente que hoy te puede ofrecer grandes cosas puede terminar destruyéndote. Es por ello que no dejes que tus principios y convicciones se determinen por aplausos y críticas. Más bien vive el evangelio y tu misión a tu manera, aunque te alaben o critiquen. Que este inicio de Semana Santa te motive a tener un corazón dócil y generoso. Algo bueno está por venir.