001_Navidad-Paz al Mundo

001_Navidad-Paz al Mundo

David y Maribel
00:05:14
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About this episode

Estamos en la primera semana de este último mes del año. Quisiera que estos días que nos llevan hacia la celebración del nacimiento de Jesús sirvan de preparación para una celebración digna de estas vacaciones que la gente a nuestro alrededor celebra en la gran mayoría de los casos sin un conocimiento pleno del verdadero significado de la Navidad.

Preparémonos para que seamos nosotras de las personas privilegiadas que llegamos a disfrutar y celebrar este acontecimiento histórico tan especial de una manera digna y plena.

Este primer día vamos a examinar el pasaje de Isaías 9:6, el cual describe al Mesías que había de venir. Siglos antes del nacimiento de Cristo en Belén, ya teníamos la profecía de aquel que vendría a traer paz a la tierra. Isaías 9:6 dice así:

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”


PAZ. Paz es una palabra que se escucha como deseo de muchos durante todo el año, y especialmente en esta época de la Navidad. Deseos de paz en el mundo, paz en mi casa, paz en el trabajo, o un simple “¡que me dejen en paz un rato!”
¿Qué tiene la paz que tanto nos atrae? A nadie le gusta vivir en constante conflicto. Hay un sinfín de quejas y denuncias por conflictos; vemos conflictos en el trabajo, conflictos en la familia, conflictos con los amigos, y ni qué hablar de los conflictos a nivel mundial.

Pero quizás a la raíz de todos los conflictos se encuentran los conflictos internos. Es en estas fechas cuando muchos, sin encontrar sentido a su vida y hartos de buscar una paz interior que no consiguen encontrar buscan terminar su existencia, pensando que así al fin encontrarán la paz. Sin embargo, ese nunca es el camino a la paz.

Dios ya ha provisto la Paz que puede transformar la vida de uno y la vida de los de alrededor, y que algún día llegará a traer verdadera paz al mundo. Y sin embargo nos resistimos a la Paz que Dios ya ha dado. Queremos paz, pero no la que Dios da. En el libro del profeta Isaías leemos que no hay paz sin Dios (Isaías 57:21). “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.” Los impíos son aquellos, que como la misma palabra indica, viven sin Dios.

Dios hecho carne vino a la Tierra para hacer posible la paz. Se presenta a sí mismo como el Príncipe de Paz. Los humanos hemos rechazado al Dios Creador desde el principio, intentando vivir la vida sin Dios. Pero Dios, en su eterno amor y misericordia vino para restaurar la paz entre la creación desviada y el Creador.

Jesús nació para morir en la cruz. La muerte en la cruz es lo que cada uno de nosotros deberíamos haber pagado por nuestro pecado, pero Cristo, el único que nunca pecó, zanjó la deuda de cada uno de nosotros, los transgresores. Pero no se quedó muerto; resucitó al tercer día, victorioso sobre la muerte y el mal.

Esto lo hizo para que todos los que confían en Cristo puedan gozar de la Paz con Dios. Lo creas o no, esta paz va más allá de nuestra comprensión. Es esa paz personal con el Príncipe de Paz la que nos permite tener paz con nosotros mismos, con nuestros familiares y con todos los que nos rodean. Esta paz va desde el interior y se extiende a otros.

En esta Navidad, eso es lo que te deseo, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Deseo que conozcas al Principe de Paz.