La canción, cuyo título aludía al nombre de una vieja película francesa de terror de los años 60’ del director Georges Franju llamada “Les yeux sans visage” (“Ojos sin rostro”, en francés), era una especie de balada electrónica y rockera, evocadora y deprimente, que comenzaba con unos lánguidos teclados y efectos de percusión, mientras Billy Idol hablaba en su letra de una relación amorosa que se descomponía irremediablemente.