Este es un salmo denominado Masquil, que según algunos eruditos significa instrucción. Es un salmo de sabiduría. David quiere impartir sabiduría a través de este salmo, en el cual nos habla de una persona mentirosa y malvada, cuya lengua usaba para cortar y destruir. Las palabras son muy poderosas, y de nosotros depende si las usamos para el bien o para el mal. El título del salmo nos dice que David escribió este salmo en el contexto de la matanza del Sumo Sacerdote Ahimelec, y de toda su familia. La historia la encontramos en 1 Samuel 21 y 22. David está huyendo del rey Saúl, quien por envidia buscaba matarlo. Y al huir, primero fue al Tabernáculo, donde estaba el Sumo Sacerdote, y el Arca del Pacto. Allí le pidió alimentos a Ahimelec, y también le pidió un arma. Pero todo esto lo vió Doeg, el edomita, quien era un simple pastor de Saúl. Doeg fue, y le contó a Saúl que había visto a David en el Tabernáculo. Cuando Saúl vino a ver a Ahimelec, lo acuso de estar conspirando en su contra, al haber ayudado a David. Ahimelec jamás tramó algo en contra del rey. Pero por influencia de las mentiras de Doeg, Saúl decidió matar a este siervo de Dios, y a toda su familia. Pero ninguno de los hombres de Saúl estaba dispuesto a levantar su mano contra Ahimelec - claro, ellos sabían que ese sería un gran pecado. Pero a Doeg eso no le importó. Él se levantó, y mató al Sumo Sacerdote, y a toda su familia. Por eso David dice que Dios hará justicia, y Dios se encargaría de destruir a Doeg. Debemos tener mucho cuidado con nuestras palabras. Nuestra lengua, dice Santiago, es como un fuego que puede provocar grandes incendios. Seamos sabios. Usemos nuestra lengua únicamente para bendecir y para decir la verdad. Que el Señor te bendiga.