Salmo 51 - Crea en mí un corazón, oh Dios, un corazón limpio

En este salmo encontramos la oración de arrepentimiento de David después de haber cometido uno de los pecados más grandes de su vida. El título meciona que David compuso este salmo después que fue confrontado por el profeta Natán, por el pecado con Betsabé. David cometió adulterio. Tuvo relaciones sexuales con una mujer casada. Y ella quedó embarazada. Su esposo estaba en la guerra. Todos sabrían que su hijo era ilegítimo, producto del pecado; y todo apuntaría a que el culpable era el rey. Como David no pudo esconder su pecado, dio la orden para que el esposo de Betsabé, Urías el heteo, fuera dejado para morir en batalla. Una vez que Urías murió, David se casó con Betsabé, la "viuda". David pensó que su pecado había quedado oculto. Pero en realidad no hay pecado que se pueda esconder de Dios. El corazón de David se había corrompido. Su conciencia se había endurecido. David estuvo a punto de convertirse en un nuevo Saúl. Pero cuando fue reprendido por el profeta, logró entrar en razón. El Espíritu Santo logró convencerlo de su pecado, y David se arrepintió. Confesó su pecado a tal punto, que su confesión se transformó en un himno para toda la nación. En Dios hay perdón. En Dios hay esperanza. Dios siempre va a recibir a quién se arrepiente de todo corazón. David había caído muy bajo; pero por la gracia de Dios se levantó, y fue redimido. ¿Te gustaría pedirle a Dios que te de un corazón nuevo? Recuerda esto: Para Dios no hay nada imposible. Él puede transformar tu vida, para que camines en rectitud y justicia. Que el Señor te bendiga.