Este salmo fue escrito por Salomón, ¡el hombre más sabio del mundo!! Cuando Dios le preguntó a Salomón que bendición quería de Él, Salomón pidió sabiduría para poder gobernar a su pueblo. Dios se agradó en gran manera por la petición de Salomón, y le concedió gran sabiduría para gobernar a su pueblo. La sabiduría de Salomón la vemos en el libro de proverbios, y ahí vemos que gran parte de su sabiduría provenía de la observación que él dedicaba a diferentes aspectos de la vida. Y después de mucha observación, él llega a las conclusiones que vemos en este salmo: De nada sirve trabajar en un proyecto, si no tengo la bendición del Señor. Ya sea una casa, que para muchos es el esfuerzo de toda una vida; o una ciudad, que significa el esfuerzo de quizás varias generaciones. La única forma de que los proyectos prosperen, y perduren en el tiempo, es con la bendición del Señor. Pero la bendición del Señor no es un amuleto, ni una varita mágica. La bendición del Señor significa estar en una relación correcta con Él. Significa pedir todos los días su dirección; significa estudiar su Palabra, y obedecerla. Solo así Dios nos puede bendecir y prosperar. No podemos esperar su bendición si estamos viviendo lejos de su voluntad, o incluso yendo en contra de sus enseñanzas. ¿Quieres la bendición de Dios en tu vida? Pon a Dios en primer lugar, y todo esto vendrá por añadidura. Que el Señor te bendiga.