Este es otro salmo gradual, que todos los peregrinos cantaban cada vez que subían a Jerusalén. ¿Cuál es el mensaje? Son salmos breves, pero con un poderoso mensaje. En esta ocasión, este salmo parece haberse escrito después de que Israel volviera del cautiverio en Babilonia. Y expresa la alegría de quienes volvían del destierro. Sin duda que el regreso del cautiverio, que duró 70 años en Babilonia, fue un evento que sorprendió al mundo. Los judíos estaban volviendo a su tierra. Sin duda que este hecho era un milagro del Señor. Pero volver, hacer ese viaje tan largo, y comenzar a reconstruir, era todo un desafío. Es posible que muchos de los cautivos, ya no querían volver. Habían hecho sus vidas en Babilonia; quizás les estaba yendo bien. Quizás ya tenían su hogar y su negocio en Babilonia. Volver era una tarea pesada y agobiante. Pero el salmista compara esta obra con la siembra y la cosecha. La siembra puede ser una actividad pesada y penosa; pero cuando llega la cosecha, llega la alegría. Te das cuenta de que todo tu trabajo valió la pena. Y sí que valía la pena volver a Jerusalén. ¿Cuál debe ser nuestra oración? Señor, restaura nuestro bienestar. Ayúdanos a reconstruir. Ayúdanos a recomenzar. Ayúdanos a empezar de nuevo. Solo el Señor nos puede dar la fuerza, la sabiduría, y las energías para una verdadera y completa restauración. No se en que proceso estás. Pero no olvides esto: antes de cosechar, hay que sembrar. Y aunque sembrar sea duro, la cosecha será una ocasión de alegría y regocijo. Que el Señor te bendiga.