Cuando analizamos la historia del pueblo de Israel, podemos ver que a través de las edades, siempre ha estado rodeado de muchos enemigos. Son muchos los reinos y los imperios que le han declarado la guerra, y los que han pretendido acabarlos y exterminarlos. Sin embargo el pueblo judío aún sigue en pie. ¿Por qué? ¿Cómo es posible? La única respuesta posible es: Dios está de su lado. Dios es quien los ayuda, los rescata, los sustenta y los alienta. Es cierto que Dios mismo también los ha entregado en manos de sus enemigos. Especialmente cuando fueron rebeldes e infieles. Pero por amor a Abraham, Isaac y Jacob, Dios siempre se compadecía de ellos, y los rescataba. Lo cierto es que el Dios que los llamó, aún tiene un propósito para sus vidas. El mayor anhelo de Dios, es que su pueblo acepte al Mesías. Ese es el propósito de Dios. Que reconzcan a Jesús como el Enviado de Dios. Hoy Israel sigue rodeado de enemigos. Hoy Israel sigue siendo odiado, y hay muchos que les gustaría verlos desaparecer. Pero la promesa sigue en pie: Dios dice "no te dejaré ni te abandonaré". Dios está de parte de Israel. Repítelo una vez más: "¿Qué habría ocurrido si el Señor no hubiera estado de nuestro lado cuando nos atacaron? Nos habrían tragado vivos en el ardor de su enojo". Alabemos al Señor por su amor y por su misericordia. Que el Señor te bendiga.