La clave para vivir una vida feliz y plena, está en vivir con sabiduría. La sabiduría nos va a librar de cometer muchos errores. Nos va a librar de muchos dolores de cabeza y de inumerables problemas. Ciertamente pueden pasar cosas que no se puede evitar; pero aquellas que a veces nos suceden por nuestra responsabilidad, esas sí. Lo primero que aconseja Salomón aquí es la importancia de la lealtad y la bondad: nunca se deben apartar de nuestra vida. Son aspectos claves para una vida llena de satisfacción. Luego se repite el principio, la base de la sabiduría: confiar en el Señor - y no únicamente en nuestro propio entendimiento. Por más inteligentes que seamos, nunca seremos más inteligentes que el Señor. Así que aún cuando hayan cosas que no entendamos; aún cuando obedecer a Dios pueda parecer contraproducente, debemos aprender a confiar en Él, y a obedecer su Palabra. Debemos honrar al Señor con nuestros bienes - no olvidemos que todo lo que tenemos proviene de Él - sin sus bendiciones, no tendríamos nada. Destina parte de tus ingresos para honrar al Señor; Él se merece lo mejor de nosotros. Por último, si Dios nos disciplina, no debemos espantarnos. Él es nuestro Padre celestial; y si nos desviamos del camino, Él va a hacer lo que sea necesario para traernos de regreso al camino correcto. A nadie le gusta recibir disciplina; pero sin ella, ciertamente sufriremos. Así que si Dios te corrige, regocíjate: pues es una señal de que te ama y de que quiere lo mejor para ti. Que el Señor te bendiga.