En este mensaje dirigido por el Hno. Marino Martínez, se nos recuerda que, cuando el mundo parece desmoronarse, nuestra única esperanza es confiar en Jesús. La traición, el abandono y el fracaso pueden traer confusión y desánimo, pero Jesús nos llama a creer en Él. Su promesa y su presencia son la única cura para el temor y la incertidumbre.