El apóstol Pedro nos presenta la base de la fe cristiana en los primeros versículos de su primera carta. Usa una fórmula trinitaria para mostrarnos cómo Dios actuó ya en nuestro pasado, actúa en nuestro presente y seguirá actuando en nuestro futuro. Esta verdad nos consuela y nos llena de esperanza y seguridad al comprobar el amor y el cuidado que el Padre tiene hacia sus hijos. Hoy analizamos estas cuestiones y también abordaremos otros asuntos relativos a la fe y a la vivencia de esa fe que decimos tener. ¿Cómo podemos estar seguros de que nuestra fe es la auténtica que salva? ¿Hay una fe que puede ser correcta doctrinalmente, pero inservible en la práctica? ¿Cuál es la prueba de que nuestra fe es correcta bíblicamente hablando? 1 Pedro 1:3-5.