Aprende a valorar a aquellos que han estado contigo en las buenas y en las malas, los que han sostenido tus brazos cuando te has cansado, que han guerreado a tu lado y han ganado batallas obteniendo grandes victorias, aquellos que si no estás presentes no dejan que murmuren de ti, aquellos que sin importar tus errores y defectos han estado ahí sin señalarte, pero si te hicieron entender que había cosas que corregir y que sin importar si fallaste se mantuvieron a tu lado, pero te ayudaron a levantarte, aquellos que no solo te dicen lo que quieres oír, o te dan la razón por complacerte, sino que te ayudan y te acercan para hacer la voluntad de Dios.