Posterior al descalabro creativo que significó la Suicide Squad del director David Ayer, Warner retomó la franquicia pero esta vez con el polemico James Gunn (Guardianes de la Galaxia) al mando, trayendo nuevamente a algunos viejos conocidos de la pelicula anterior como la Harley Queen de Margot Robbie asi como al Rick Flag de Joel Kinnaman, pero a su vez, sumando a otros nuevos elementos como Bloodsport estelarizado por Idris Elba o el Peacemaker de John Cena, entre otros.
El resultado es un entretenido film que sin grandes aspiraciones, cuenta una historia más que solvente y que se da maña de tocar ciertas aristas interesantes y contingentes.