Si Dios nos dio la posibilidad de ser padres, sin duda hemos recibido una bendición, pero con ello, una gran responsabilidad. Nuestro deber es preocuparnos de ellos íntegramente; a saber, cuerpo y alma. Hoy hablaremos de la preocupación y ocupación que debemos tener sobre la salud de nuestros hijos, su cuerpo. ¿Qué les damos de comer?¿Estamos propiciando la actividad física?¿Nos ocupamos en transmitirles disciplinas? De eso nos ocupamos en este nuevo episodio.